Empresas catalanas experimentan con el alumbrado público

ORIGINAL: La Vanguardia

El sistema permite integrar cualquier servicio urbano que esté informatizado | Se puede obtener información de zonas azules, contenedores o paradas de bus

Una farola ya no será sólo un punto de iluminación. Al menos no en el distrito 22@ de Barcelona. Un conjunto de empresas y agentes líderes en el sector de la iluminación pública trabajan en un revolucionario sistema que podría convertir la iluminación de las calles de la ciudad en una especie de red de control de servicios desde donde se podría supervisar, además de la luz, la intensidad de tráfico en las calles, la contaminación ambiental, el ruido, el estado de los contenedores o la disponibilidad de aparcamientos en zonas azules. Un sistema cuya virtud no ha sido inventar nada nuevo sino reunir en un solo producto todos los avances tecnológicos que hay actualmente en el mercado en materia de ecoeficiencia. Un cóctel de servicios reunidos en un único elemento, la red de alumbrado urbano, cuyo objetivo es ahorrar energía y dinero al Ayuntamiento a la vez que procurar más servicios a los ciudadanos y rentabilizar los existentes.

En resumen, sería un sistema de farolas inteligentes que no sólo iluminarían más o menos en función de la luz, del momento del día o de la afluencia de gente a través de lámparas de leds, más eficientes energéticamente hablando, sino que también serían puntos que ofrecerían información de la contaminación en la zona, del volumen de ruido o de la humedad en el ambiente a través de sensores. Además, incorporarían wi-fi para dar servicio a los vecinos, entre otros. Farolas controladas por una especie de torre de control que vendría a ser el verdadero cerebro del sistema.

La prueba piloto ya se está realizando en el pasaje Mas de Roda del distrito de 22@. La lleva a cabo un consorcio integrado por 13 socios catalanes, impulsado por Fecsa Endesa y con el apoyo del Ayuntamiento y la Generalitat. Allí se han instalado 12 farolas, una torre de servicios –que vendría a ser el citado cerebro del sistema– y dos puntos de carga de coches eléctricos. Todo ello, gestionado a tiempo real las 24 horas del día por un centro de control central conectado al sistema a través de la red digital que podría estar ubicado en el propio Ayuntamiento.

La torre en la calle es la verdadera alma mater del sistema. "Es un armario envolvente e integrador de toda la tecnología", explica Pedro Díaz, gerente de Desarrollo de Negocio de Endesa y responsable del proyecto. A la vista del ignorante es un armario lleno de cables que cuando no está abierto puede servir de soporte publicitario e incorpora una pantalla de información on line para el transeúnte. Además, incorpora servicio wifi.

Y es que la información on line es el principal canal de comunicación del sistema. A través de transmisión inalámbrica, la torre recibe la información de los sensores de las farolas, cuya principal función es, por supuesto, iluminar la calle. Pero de una forma inteligente y sostenible. Así, podrían programarse para dar una luz determinada según el momento de la noche, e incorpora sensores que al paso de la gente por la calle intensificaría su intensidad. Su diseño moderno incorpora otros sensores para controlar la humedad, la contaminación, el ruido, la vibración y la temperatura, además de vídeo sensores que podrían tener también una función de vigilancia su esa fuera la voluntad del Ayuntamiento.

Pero en una segunda fase la torre podría incluso recibir información de los contenedores, de los aparcamientos, de los sistemas de riego o de los puntos de bicing y paradas de autobuses. "Es tan sencillo como colocar sensores en los contenedores que indiquen en cada momento cómo están de llenos. Ésta información se recoge en el control central que puede ayudar a optimizar el sistema de recogida de basura", explica Díaz. Los sensores también permitirían hacer una radiografía en tiempo real de los aparcamientos libres en las zonas azules, información que llegaría al usuario a través de internet al GPS o vía móvil. "Todo en uno" para optimizar recursos y evitar en la calle una infraestructura para cada servicio. Por ello también incorpora puntos de carga para vehículos eléctricos, un sistema todavía en fase experimental.

Las empresas implicadas en el proyecto, bautizado con el nombre de Siiur –Solución Integral de Infraestructuras Urbanas– están estudiando la viabilidad del producto, tanto de ahorro energético como de retorno de la inversión. Resultados que espera el Ayuntamiento, según el teniente de alcalde Jordi William Carnes, aunque de entrada "todo lo que aporte innovación y repercuta positivamente en la ciudad lo miramos con buenos ojos".

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